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ahí vienen

ahí vienen

El candidato






En un principio supuse que se trataba de evangelistas fuera de horario, pues los viernes no es muy común que sagan a las calles. Al segundo golpe en la puerta, cuando preguntaron a toda voz por "alguien", comencé a sospechar de algún tipo de vededor y seguí trabajando. Al tercer toquido, y el grito "Señora, somos del partido", entonces sí me enojé y me dirigí a la puerta. Y no es que sea impaciente o misántropo. Simplemente que "el partido", me saca de mis casillas. Para aquellos probables lectores fuera de las fronteras de méxico, cuando en estos estados de formas caciquiles, se habla del "partido", se refieren a este, y es realmente insoportable.





-Dígame que se le ofrece, señor- Después me di cuenta de la ironía, porque era un chaval de 18 o 20 años, cuando mucho.


-Fíjese que estamos levantando un censo para el partido y queríamos ver si nos presta su credencial de elector-





Traté de imprimirle a mis ojos la mayor cantidad de enojo posible y le dije en tono de ultratumba electoral, "¿Sabía que eso es un delito que se castiga con cárcel?" Algo contestó de los poderes soberanos del partido, que no podía hacerle eso al candidato, que la casa estaba registrada como militante del partido (la casa y sus integrantes ¿también?) y risitas idiotas con su "compañero" y veladas amenzas.



Le conté el episodio del camión recolector de la basura y los desmanes de todos los servidores públicos renunciando dos o tres meses antes para "buscar" apoyos ciudadanos y dejando a la capital y al estado entero en situación precaria. Y ellos dale que dale al bienestar del "grandioso estado de Hidalgo" (algo en su lenguaje me recordaba a cierto pariente metido en estos menjunjes), a la prosapia del candidato y "su fórmula" de diputados y senadores que ganarían, "ni duda cabe", las elecciones de febrero y que más me valía quedarme del lado ganador... La cosa acabó en gritos, amenazas y rabia. Sistemas caciquiles, a fin de cuentas y yo, con la manía de dejarme atrapar por la estupidez humana.




que pasen un buen día

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