31,536,000

esos son los segundos y también son una manera de decir las maneras de saber que existo. son los espacios creados y las risas disfrutadas; los besos entre calles y entre paredes. el número de poros que he recorrido (me faltan miríadas más). es también la cifra de nuestros sueños. la cifra de nuestra pasión. 31,536,000 podría ser también el nombre de mi mujer. y cuando digo mi mujer, digo mi vida, mis sueños, mi esperanza, mi amor, mi caminar, mi luz, mi guía y mi camino. es decir, el centro mismo de las cosas. mi Aleph, mi cueva de las maravillas, la curva de mis deseos.

hace más de 31,536,000 segundos, descubrí su mirada y de a poco, se me fue introduciendo en la médula. fue un indundar los ecos, las voces y los silencios. fue descubrir una voz amortiguando mi voz
una risa de defensa contra la olvidación
palabras barruntadas en mi boca
un atardecer
sobre la calle
el surco memorioso entre mis piernas
mi callado escándalo cotidiano
un porque rodeándome cuerpo adentro
una línea interminable
un recuerdo que me asombra
la mirada larga de una espera desgastada
en la llegada
en sí misma
una furia que me explota en el cuerpo
entraña
retumbe del viento ante el presagio
torrente vigilante
respiración acuñada
en el reflejo de estas pupilas cansadas
se llama tambien Ternura
o Risa
o Temblor
O Roce Repetido Rimbombante
un camino conocido
un ahogarme en la penunbra
aspirado trajín cotidiano
cabello convertido en brazo, en susurro
caricia iluminada
un faro en pleno día
es un cántaro eternamente humedecido
un extravío
interrogación perpetua
saturno femenino
anuncio de la revuelta
de la imaginación por consigna
del sueño como meta
en sus ojos la luz no se concentra
se fuga
agarra el monte desvelado
conmpañía en la cerrazón del sueño
enmudece mi silencio

ella es un maderamen entramado a mis horas, que fecunda la alegría

hoy, hace 31,536,000 segundos, que la descubrí y sigo queriendo abarcarla toda.