checo

Pasaron los años y yo regresé a la ciudad de México y él se fue a Guadalajara. Desde entonces (creo que desde antes), nuestras pláticas fueron más superficiales y poco a poco, nos fuimos desconociendo. Nuestros gustos y necesidades e ideas del mundo, evolucionaron en forma muy divergente y ahora, casi no tenemos muchos puntos en común.
En diciembre-enero pasados, tuve la graciosa pendejada de darle un manazo a su hijo (el que se ve en la foto). Amén del rencor que esto le produjo, en diciembre no pude verlo cuando llegaba a la ciudad en reunión de trabajo.
Desde hace unos días, tengo una discusión epistolar con él. Entre filípicas me reprende (lo he clasificado como "complejo de patriarca", que al parecer sufrimos todos los que tenemos algún hermano menor) y entre devaneos me defiendo (no mucho, ya he aprendido de macutena que la mejor defensa es acceptar las visiones de los demás y no convencerlos de la nuestra).
La familia...
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Anónimo -
tenteenelaire -
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