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el gua nuestra de cada día

el gua nuestra de cada día Hoy cumplimos tres semana sin agua en la colonia y la situación empieza a ser preocupante. Más allá de los problemas sanitarios que esto tiene de hecho, la falta del líquido empieza a hacer que afloren ciertas patologías criminales que son muy nocivas en cualquier tipode convivencia social.


De hedores no les voy a platicar, sería muy desagradable y nauseabundo. Lo que me preocupa sobremanera es mi superviviencia. Resulta que por azares de la previsión futura, en esta casa hay una cisterna de muy grande capacidad de almacenamiento. De hecho, dicen que cabe una "pipa" completa (en méxico llamamos pipas a los camiones cisterna que transportan líquidos o fluídos). Lo cual, dado que en casa somos dos, el cálculo más pesimista sobre nuestra capacidad de superviviencia sin agua corriente es de ocho meses. En esta situación están por lo menos, contabilizadas, unas 15 viviendas en toda la colonia. Bien, eso está bien para nosotros, pero no para los vecinos, que la primera semana, nos decían entre divertidos y nostálgicos: "por lo menos, no sofrirán el acarreo de agua desde la pipa que vendrá en miércoles". La pipa nunca llegó. Para la segunda semana, algunos vecinos llegaron a pedirnos unas "cubetas de agua". Por supuesto, abrimos puertas a estas peticiones y de forma totalmente desinteresada, empezamos a ser una especie de oasis en medio de las calles aledañas. Otros oasis existen, pero abastecen a diferentes partes de la colonia. El flujo, como se imaginarán, comenzó a crecer y cubetas y cubetas han salido desde entonces de la casa y ahora conocemos a muchos de los vecinos.


Todo corría como debería hasta que hace dos días, descubrí a unos "ladrones" de agua. Suben por la noche hacia el techo de la casa y "ordeñan" el tinaco a donde se "sube" el agua de la cisterna. Por supuesto que reclamé a gritos, pero ellos corrieron por entre los techos y no los pude seguir... ayer, mientras caminaba a la tienda para comprar unos limones y algo de azúcar, una lluvia de piedras me llegó por todas direcciones y mientras corría hacia un refugio seguro, escuché que decía: "maldito acaparador", "el agua es de todos", "todos tenemos derecho al agua": Todo esto, acompañado de palabras más altisonantes de las que soy capaz de escribir en este espacio.


Y creo que sí, el agua es de todos y todos tenemos derecho, pero el gobierno es el encargado de suministrar el agua y no nosotros. Pero las cosas están de cabeza y ahora caigo en la cuenta de que si estuviera en un país donde la portación de armas fuese ilegal, ya me habrían matado o por lo menos asustado de otra manera menos grata que las piedras voladoras... y el agua corriente, no llega, claro y nosotros seguimos repartiendo cubetas por el día y haciendo guardias por las noches, apra que no desaparezcan los litros destinados nuestras necesidades inmediatas. La voz despersonalizada del gobierno saliente dice: mandaremos a investigar, señor torres... pero los días pasan y yo temo por las rocas, por los niños que se desesperan y se ven obligados a los refrescos y a los señores las cervezas y las mujeres, a pedir agua a un par que no sabe si mañana, las rocas provendrán de sus vecinos de enfrente.






Buenas noches. Hoy me toca guardia.

3 comentarios

tenteenelaire -

Manel, creo que por la gasolina, hacen cosas peores... :-(

anarQkia, ojalá pudiera "ficcionar" sobre esto. sería un alivio.

anarQKia -

Parece realidad sazonada con una buena pizca de ficción.

Manel -

Vale. El agua es de todos...
¿Y la violencia por el agua?
¿Hacen lo mismo con la gasolina?